229-PMN 20-11-2021Latasa-Etxaleku. Ruta roja.

Distancia: 11,45 km.
Desnivel acumulado: 478 m.
Tiempo empleado: 4 horas 17 min. paradas incluidas.
Para ver la ruta en wikiloc, pincha aquí.

Vuelvo otra vez a realizar ésta ruta, ahora en compañía del Grupo de Pamplona Marcha Nórdica.
Para ver el reportaje de la otra vez, pincha aquí.
Aparcamos en una campa junto al gran frontón cubierto de Latasa, y después de un ligero calentamiento (hace un frío que pela) nos ponemos en marcha.

Unas amables ovejas nos avisan, "que no sabéis lo que estáis haciendo, pensároslo bien"

Nosotros no hacemos ni puñetero caso y nos encontramos con unas cuestas de un par de narices.
Nos podíamos haber ahorrado el calentamiento, que para calentarnos ya tenemos bastante con estas malditas rampas.

¿Nos consuela lo bonito que está todo?. Pues la verdad es que no, igual cuando se nos pase el sofoco....

Hoy si que hay buenas vistas, no las que tuve la vez anterior.


Que fueron estas.

Seguimos adelante caminando por senderos alfombrados de hojas.

Cruzamos la carretera que une Etxaleku con Ihaben.

Llevamos mas o menos la mitad del recorrido.

Ahora tenemos un tramo que es casi todo cuesta abajo.

Ya tenemos a la vista Etxaleku, ganas tenemos de llegar, que ahí pararemos a echar un bocado.
Después de picar algo en el frontón nos acercamos al Herriko Ostatua a ver si está abierto y tomarnos un café.

Si que está abierto, es un sitio muy agradable, la camarera también y encima nos encontramos con la sorpresa de que en la parte de atrás tienen unas enormes jaulas con gallinas, palomas y otros plumiferos varios a cual mas estrambóticos, muy bonito y cuidado, disfrutamos como críos mirando los bichos.

Hala, hala, en movimiento que nos anquilosamos.

Ésta casa de 1739 es mas antigua que muchos países.
Salimos del pueblo y seguimos unas indicaciones amarillas que marcan un cercado de castañas.

Aquí me aposto pacientemente a ver si hay suerte y se va alguien al arroyo.

Y nadie tiene el detalle de regalarme con una foto esparramado por el barro, que se le va a hacer, otra vez será.

Ahora el camino vuelve a empinarse, el grupo se estira.

Con la excusa de sacar la fotico aprovecho para hacer una parada para respirar un poco.

Hace rato que hemos pasado por el cercado de castañas, ahora ya vamos para abajo y ésta se lanza como una flecha.

Cuesta abajo se puede conversar, cuando subíamos no se oía ni una palabra.

Fin de trayecto, cuando estuve la otra vez no me hizo mucha gracia el itinerario, hoy en cambio me ha encantado, es verdad que la buena compañía lo mejora todo.
¡Hasta la siguiente!