Partimos del aparcamiento que hay pasado el Santuario de Codés. Tomamos el camino de la derecha que pasa junto al panel y deja este a la izquierda |
En seguida pasamos junto a este barracón y seguimos las marcas blancas/rojas |
Seguimos las marcas y tomamos el camino a la izquierda |
Poco a poco y superando una pendiente fuerte y puñetera salimos del bosque |
Un pequeño descanso para recuperar el resuello |
Y otro descanso (uno no da para mas) |
¿Por la derecha?, ¿Por la izquierda? |
Tomamos el camino de la izquierda, marcado por un mojón y un aspa blanca/roja, este camino nos lleva hasta el Yoar, cuando bajemos iremos hacia la derecha para subir a La Plana |
Mientra subimos tenemos a nuestra espalda La Plana |
Otro esfuerzo, el camino se vuelve a empinar, el camino tiene unas marcas rojas espaciadas y antiguas que nos ayudan |
Entramos en un hayedo, según la revista Conocer Navarra es el hayedo mas meridional de Navarra, aquí las marcas son muy útiles porque hay tramos en los que el camino no esta claro aunque perderse no es fácil todo p'arriba y ya está |
Y llegamos arriba y tenemos premio |
La fotico de rigor |
Como casi siempre, nos sacamos las fotos por separado, aunque hay gente arriba cuando llegamos, pedirle a un tío con fusil que nos saque una foto me da cosica |
Alguien que sepa: ¿Puede ser el Moncayo? |
Vamos p'abajo |
Este bosque en primavera u otoño tiene que ser una preciosidad tiene que tener gnomos |
Una vez en el camino de abajo, tomamos un camino que sale casi de enfrente junto al arbolito |
Este camino tiene marcas azules (estos montes son muy organizadicos) |
Seguimos disfrutando del paisaje |
El buzón de David el gnomo y nuestro compañero que sigue con nosotros |
Esta vez coincidimos en la cima con gente sin fusiles y les pedimos que nos saquen una foto |
Después de un tentempié bajamos por el mismo camino de la subida, al fondo el Yoar, con su inconfundible (y fea) antena |
Paisaje alpino
Y después de realizar la tarea vamos bajando |
Bonito ¿no? |
Nuestro agradecimiento a los dueños de Lola que nos echaron una mano (y unos bastones) a la bajada |