397-L'ABEROUAT-JEANDEL

Distancia: 11.09 km.
Desnivel positivo: 600 m.
Desnivel negativo: 384 m.
Tiempo empleado: 4 horas 56 min. paradas incluidas.
Para ver el track en wikiloc, pincha aquí.

¿Quién osa perturbar mi sueño?.

¡Ah! Los garrulos de la ruta dura que han saltado de la cama a no se que horas intempestivas y se aprestan alegres y pizpiretos para ponerse en marcha.
Les esperan 14.3 km. 1094 m. positivos y 877 m. negativos.
Que no les pase ná.

 

Mientras, los de la suave, les animamos alegremente a que se larguen de una santa vez y nos dejen en paz.

Una hora después nos preparamos los de la suave y después de un desayuno bastante (muy) mejorable y nos ponemos en marcha entre la niebla.
Cuando llegamos ayer había niebla, por lo visto nos ha cogido cariño y se ha quedado a hacernos compañía.

¡Al ataque!

El comienzo del sendero es una maravilla.

Y por ahí hay unos montes del copón de grandes.

¡Vaya paredones!

Salimos del bosque y nos acercamos a la Cabane du Cap de la Baitch.

Dejamos atrás las nubes.
Son mas bonitas desde fuera que desde dentro.

Cabane du Cap de la Baitch.
Aquí se separan las rutas, los de la dura han girado a la izquierda y nosotros vamos en sentido contrario.

Tomamos un sendero que va cogiendo altura y no tenemos muy claro por donde vamos a salvar los enormes paredones que tenemos delante.

Pero el sendero, suave, suave va serpenteando y nos encarama en la muralla.

Una vez arriba el camino es de lo mas agradable y disfrutamos un montón de una experiencia muy alpina.

Un poco mas atrás hemos pasado un tramo con dos sirgas.
Da mas miedo verlo que pasarlo, con cuidado se salva con facilidad.

Ahora estamos en una zona típica de Larra, piedras rocas y agujeros.

Nos acercamos a las pistas de esquí.

Arlás se asoma a saludar, mañana andaremos por allí.

Detrás, muy lejos ya, dejamos Anie y creo que el lomo de la izquierda es La Countende.

Este es el peor tramo, hay trozos por los que caminamos por las pistas aunque a veces podemos caminar por senderos.
De todas formas ya nos queda muy poco para llegar.

Después de una reparadora ducha nos aplicamos con fiereza a dar cuenta de unas salchichas con arroz y tomate que están de muerte.

O quizás solo sea que tenemos hambre.

Al rato empiezan a llegar los de la variante dura, de momento llegan a destino, que no es lo de menos.
Miedo me daba pifiarla y que se perdieran por ahí arriba.

Y ahora a descansar y disfrutar del entorno y de la compañía. 

También nos queda un rato para hacer el ganso.

Y ahora a cenar.
Nos han sacado un puchero enorme de chile con carne que estaba buenísimo, pero esta noche nos tememos que vamos a tener música de viento en las habitaciones.

Este refugio nos ha dado de cenar muy bien pero el desayuno deja que desear.
En cuanto a las instalaciones son muy justas solo dos servicios y dos duchas obligan a largas esperas para utilizarlos.
Mañana última etapa.

Día siguiente, preparados para ponernos en marcha...